Esta ruta es nuestra favorita para descubrir en una mañana la historia humana y natural de Camero Viejo, comenzando en el bien conservado pueblo de San Román de Cameros. No podéis perderos sus curiosos empedrados con mosaicos de piedra en las plazas y en las entradas a las casas.
Dejamos San Román para subir hacia su dehesa, una zona de bosque de robles que cada pueblo conservaba cerca para abastecerse de leña. En nuestra subida pasaremos junto al chozo de pastores, restauración de uno de estos antiguos refugios de montaña.
De lo alto de la dehesa cruzaremos al hayedo de Santa María, bonito y umbrío bosque que atravesaremos en bajada hasta el barranco. En primavera podremos ver las cascadas de este arroyo, este es un buen lugar para parar a disfrutar de la tranquilidad y el sonido de la naturaleza.
La última subida corta de la ruta nos llevará a visitar las ruinas de la aldea abandonada de Santa María, un lugar que siempre te hace reflexionar. Entra en su iglesia e imagina el pasado y la forma de vida tan distinta de nuestros abuelos.
Regresaremos a San Román por una buena pista, con opción en días de calor de refrescarse en las pozas. Una ruta muy completa de 9 km que se puede hacer en todas las épocas pero que es ideal en primavera y en otoño.