Empezaremos la ruta por una buena pista que sube con pendiente moderada y que tan sólo al final tendrá un par de rampas dónde hay que pedalear fuerte y os pondrá a prueba. Tras aproximadamente media hora de subida, alcanzaremos la línea de cumbres con sus imponentes molinos de viento.
En las praderas de las cumbres es fácil encontrar animales pastando, y si hay suerte, hasta es posible ver ciervos o corzos salvajes. Tras algunos tramos de subida y bajada, comenzaremos el descenso por unas bonitas praderas campo a través, perfecto para iniciarse en los senderos de montaña.
Después bajaremos por una buena pista hasta la aldea de Torremuña, dónde pararemos para ver los restos de la que fue una imponente iglesia. Desde aquí continuaremos con un tramo llano de pista buena, para seguidamente bajar camino de la aldea de Vadillos. El regreso a San Román de Cameros es por la carretera con suave pendiente en bajada y sin apenas tráfico, completando el recorrido de 21 km.